miércoles, 7 de septiembre de 2011

.... La Belleza del Saludo ........

HERMOSA HISTORIA Y MUY BUENA LECCION

Cuenta una historia que un Judío trabajaba en una planta empacadora de carne en Noruega. Un día terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo; se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del refrigerador. Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchaba. La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta.

Llevaba cinco horas en el refrigerador al borde de la muerte.

De repente se abrió la puerta. El guardia de seguridad entro y lo rescató.

Después de esto, le preguntaron al guardia a qué se debe que se le ocurrió abrir ésa puerta sino es parte de su rutina de trabajo ??. Él explicó: llevo trabajando en ésta empresa 35 años; cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y se despide de mi en las tardes. El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible.

Hoy me dijo " hola " a la entrada, pero nunca escuché - "hasta mañana" - Yo espero por ese hola, buenos días, y ése chau o hasta mañana - cada día. Sabiendo que todavía no se había despedido de mi, pensé que debía estar en algún lugar del edificio, por lo que lo busqué y lo encontré ".

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La Restauración de 1863: gesta del pueblo dominicano

Efemérides de la Restauración es un trabajo más amplio que llega hasta la salida de los soldados españoles del territorio dominicano. Estas son las primeras 18. Las ilustraciones son de Sheila Albizu bajo guión del autor

POR FELIFRÁN AYUSO

De todos los registrados por la historia dominicana, La Restauración es el acontecimiento de mayor importancia en términos de dominicanidad y heroicidad. A éste, sólo otros dos pudieran igualársele; uno, ocurrido 16 años antes, otro, 102 después.

Estos tres momentos: la Guerra de Restauración, La Separación y la Revolución Constitucionalista y Guerra Patria de Abril, constituyen acontecimientos en los que los dominicanos han dado demostración incontrastable de poseer una profunda y verdadera vocación de independencia y autodeterminación; de ser un conjunto organizado de hombres y mujeres, dueños de una arraigada consciencia de nación: de saber valorar su natural e inalienable derecho al libre albedrío y a la paz; de conformar un pueblo que también alberga en su pecho todo el coraje y la valentía necesarios para luchar en defensa de su patria y de su libertad.

Como todo acontecimiento histórico, La Restauración es una pluralidad de hechos pertenecientes a un mismo proceso, enmarcados por la misma situación y entorno, y ocurridos en una misma etapa, del cual, además de quienes registra la Historia, muchos otros fueron sus actuantes.

El 16 de Agosto de 1863 es la efeméride más conocida de La Restauración. Lo ocurrido ese día en Capotillo, es el momento recordado. Los hombres que encabezaron aquella acción, fueron y son citados como sus héroes.

Mas la reinstalación de República Dominicana es un conjunto de acontecimientos exactamente datados que iniciaron el mismo día en que fue declarada la inconsulta y degradante anexión a España.

Sin importar su éxito o fracaso, las protestas antianexionistas de San Francisco de Macorís y Moca en marzo y mayo de 1861, respectivamente, así como las sublevaciones de Neiba, Las Matas de Farfán, Sabaneta, Yásica y Santiago, en febrero de dos años después, apenas seis meses antes de Capotillo, son otros tantos momentos determinantes, puntos luminosos, de lo que fue una verdadera contienda de muchos enfrentamientos y muchas batallas, con muchos protagonistas más.

Porque seguro es que en cada acción, escaramuza, enfrentamiento o batalla, además de los citados y conocidos héroes, participaron muchos otros dominicanos y dominicanas, poblaciones enteras quizá, gente común, en cuyas mentes colectivas anidaban imperecederos ya los conceptos de patria, independencia y libertad.

Ideas por las cuales había que luchar al mando o al lado de quien las encarnara en ese momento, y entregar la vida en combate, de ser necesario. (Lo cual fue vivido por quienes participaron en la lucha contra los remanentes de la tiranía de Trujillo, de mayo a enero del 1961 y 1962, y contra la intervención armada de Estados Unidos y la OEA, entre abril y septiembre de 1965).

La historia no recoge hechos antianexionistas en 1862. Pero ya para 1863 no era sólo un puñado de patriotas el que estaba hastiado de los desmanes, despropósitos y abusos de la corona española.

Tampoco eran pocos los convencidos de que los dominicanos tenían el arrojo y la capacidad para repeler cualquier ataque al territorio nacional, viniera de donde viniera; aun fuese de parte de los poderosos enemigos de República Dominicana que en esos momentos imponían sus ideas y gobernaban la fronteriza República de Haití, con más de medio siglo de hegemonía.

En 1863 antianexionistas eran ya la mayoría de los dominicanos y dominicanas a quienes la fatídica agregación había reforzado su consciencia de personas independientes y libres, y enseñado, indirectamente, a ejercer y disfrutar la condición de ciudadanos de una república, de la cual descendían esos derechos y tal calidad.

Y fue ese pueblo heroico, en cuyo seno hubo tantos otros Contreras, Sánchez, Velásquez, Cabral, Rodríguez, Monción, Polanco, Cabrera, Luperón, el que junto a quienes ostentaban estos apellidos y conjugaban las ideas de todos, luchó hasta restablecer la República, meta lograda definitivamente 23 meses después, un 20 de julio de 1865, día en que el último contingente de soldados de la corona española abordó la nave que lo llevaría de vuelta a su país, exactamente 4 años y cuatro meses después que Isabel II de España aceptara la malhadada petición de Santana.

Los dominicanos demostraron arrojo y capacidad para defender su territorio del enemigo

Principales lugares de la guerra Restauradora

  • Capotillo
  • Dajabón
  • Guayubín
  • Moca
  • Monción
  • Puerto Plata
  • Restauración
  • Sabaneta
  • Santiago
  • Valverde

La Restauración de 1863: Gesta Popular

17 de abril de 1860 - Pedro Santana pide la anexión a Isabel II

En la profunda convicción de que Dominicana era inviable en tanto república independiente y de que el criollo era un conjunto heterogéneo y amorfo de mujeres y hombres incapaces de cumplir sus deberes de ciudadanos y de defender su patria y su libertad, arrogándose un mandato que no detentaba y, por ende, a espaldas de todos, el general Pedro Santana, a la sazón Presidente constitucional de la República, escribe una carta a la reina Isabel II, solicitándole anexar el país a la corona española. La misiva iniciaba así: “Grande y buena amiga”.

5 de julio de 1860 - Joaquín Gutierréz de Ruvacalba, llega a Santo Domingo

El brigadier, Joaquín Guitierréz de Ruvalcaba, llega a la ciudad de Santo Domingo. En las semanas precedentes visitó los principales parajes, pueblos y ciudades del país. Bajo encargo del gobierno español tenía la importante misión de realizar una investigación acerca de las condiciones en que se encontraba República Dominicana.

28 de julio de 1860 - Isabel II responde a Santana

Tres meses después de la carta de Santana llega al puerto de Santo Domingo, proveniente de Cádiz, España, un barco del cual descienden maestros, médicos, ingenieros, abogados, burócratas, militares (oficiales y clases) y una gran variedad y cantidad de pertrechos bélicos entre los cuales fusiles, sables, espadas, cañones, cureñas, municiones.

22 de febrero de 1861 - Llegan al país las bases de la anexión

Después de haberlos negociado en La Habana con el Capitán General de Cuba, Francisco Serrano, bajo la condición de representante de la corona española, el delegado de Santana Pedro Ricart Torres llega al país con los términos bajo los cuales Santo Domingo volvía a ser colonia española en el Caribe, con el título de Provincia de Ultramar.

27 de febrero de 1861 - El arzobispo Fernando Arturo de Merño advierte a Santana

En conocimiento previo de que Santana se disponía a dirigir a los dominicanos una carta circular informándoles la anexión a España, en el sermón de la misa Te Deum de conmemoración del decimosexto aniversario de la Independencia, el arzobispo Meriño, excelente orador por demás, le advierte a Santana el error histórico que habría de cometer al suprimir la República y anexar a España la nación dominicana.

4 de marzo de 1861 - Santana comunica la anexión

En una carta circular que remite a todas las autoridades oficiales de su gobierno y a los ciudadanos notables de la nación, el General Pedro Santana, Presidente de la República, les participa su solicitud de anexión a la reina Isabel II, hecho ya cumplido.

18 de marzo de 1861 - Se formaliza la Anexión a España

En un acto oficial del gobierno, que contó con la presencia del presidente Santana, unos pocos miembros de su gobierno y algunos oficiales del ejército español, en la Plaza de Armas de Santo Domingo, es arriada la bandera dominicana e izada la española.

Por órdenes del mismo Santana, previamente remitidas a todos los representantes provinciales de su gobierno, otro tanto sucedía, o iba a suceder en los días siguientes, en las demás ciudades, pueblos y parajes del país.

18 marzo de 1861 - Tropa de Santana matan antianexionistas

El mismo día en que la nación fue anexada a España, en San Francisco de Macorís, al momento en que funcionarios oficiales y tropas del ejército de Santana, arriaban la bandera tricolor e izaban la española, numerosos ciudadanos dominicanos se dieron cita en la misma plaza donde tuvo lugar la nefasta sustitución y organizaron allí una manifestación de protesta contra la anexión. En represalia, los soldados santanistas dispararon sus armas y tres de los manifestantes cayeron al suelo mortalmente heridos.

2 de mayo de 1861 - Sublevación y fusilamiento de José Contreras

En el entonces poblado de Moca, el coronel, José Contreras, héroe de la independencia de 1844, se pronuncia contra la anexión a España, reúne a un puñado de patriotas, y, con ellos, se levanta en armas. Contreras y los patriotas que con él se sublevaron fueron capturados, conducidos a prisión y por órdenes directas de Santana, pasados por las armas.

1ero de Junio de 1861 - Francisco del Rosario Sánchez entra por Haití

Porque no pudo hacerlo por otra parte, fórmula que usó para excusarse ante los dominicanos por haber ingresado a territorio nacional desde Haití, considerado a la sazón

1ero de Junio de 1861 - José María Cabral entra a Las Matas

El mismo día que ingresó a territorio dominicano por Haití junto a Sánchez, el general José María Cabral, al mando de una columna de patriotas defensores de la República, trata de ocupar el poblado fronterizo de Las Matas de Farfán. El ejército español dio al traste con las intenciones de los patriotas.

4 de julio de 1861 - Francisco del Rosario Sánchez es fusilado

Junto a un grupo de 20 patriotas antianexionistas que se negaron a abandonarlo cuando cayó herido, aquel prócer que se cubrió de gloria e inmortalidad al momento en que, el 27 de febrero de 1844 al grito de ¡Separación! Enhestó en el baluarte del Conde la bandera tricolor de una República Dominicana que nacía en ese instante, es fusilado en El Cercado, paraje de San Juan de la Maguana.

6 de agosto de 1861 - Santana Capitán General de nueva provincia de Santo Domingo

Juramentado por el Capitán General de la Provincia de Cuba, Francisco Serrano, quien para la ocasión ostentó la representación oficial de la reina Isabel II de España, el general Pedro Santana asumen la Capitanía General de la nueva provincia ultramarina de la corona española: Santo Domingo Español.

12 de octubre de 1861 - Santana y Peláez firman documentos de anexión

Después de una estadía de varias semanas en el Cibao, el brigadier español Antonio Peláez de Campomanes, enviado del Capitán General de Cuba, Francisco Serrano, pacta en secreto con Santana la anexión a España.

3 de febrero de 1863 - Cayetano Velázquez se subleva en Neiba

Uno de cuatro importantes movimiento bélicos que contra la anexión tuvieron lugar en el mes de febrero de 1863, tuvo por escenario el fronterizo poblado de Neiba. Levantando la bandera dominicana, patriotas de esa localidad, encabezados por el comandante Cayetano Velásquez.

21-23 de febrero 1863 - Guayubín y Sabaneta se pronuncian

Siguiendo los pasos de los de Neiba, patriotas de Guayubín y Sabaneta organizan levantamientos simultáneos en ambos poblados y enfrentan abiertamente a las tropas de la corona española.

24 de febrero de 1863 - Rebelión de Santiago

De mucha trascendencia resultó la rebelión que contra la anexión tuvo lugar el 24 de febrero de 1863 en la ciudad de Santiago de Los Caballeros. La acción resultó fallida en sus propósitos estratégicos, pero como contó con la participación protagónica de ciudadanos de elevado rango en lo social, lo económico y lo comercial, algunos de los cuales fueron condenados a muerte, repercutió en todo el país.

2 de mayo de 1863 - Pedro Santana renuncia

Alegando motivos de salud que escondían en verdad una profunda decepción tanto por los resultados que había producido en el país la anexión a España, cuanto por la manera despótica discriminatoria con que la monarquía y sus representantes en la isla trataban a los dominicanos, Pedro Santana renuncia a la Capitanía General.

16 de agosto de 1863 - Grito de Capotillo

La República renace. Bandera tricolor ondea de nuevo en territorio nacional. Provenientes de territorio haitiano y de parajes fronterizos aledaños a Capotillo, armados sobre todo con machetes, arma que habría de convertirse en la más temida por las tropas españolas durante toda la guerra restauradora, un no muy numeroso grupo de patriotas, al grito de ¡Restauración!, ¡Restauración!, ¡Restauración!, arrió la española e izó la cruzada bandera dominicana. Santiago Rodríguez, Benito Monción, José Cabrera, entre otros patriotas, encabezaron esta acción que marcó el renacimiento de la república y el inicio de una contienda bélica que en poco tiempo habría de restaurarla en todo el territorio nacional. El movimiento, aunque pequeño, no pudo ser sofocado por las tropas del ejército español, pese a la gran cantidad de recursos de todo tipo que utilizó con ese objetivo. Más bien, se extendió de norte a sur por toda la línea fronteriza, llegando a algunas poblaciones del Cibao. De hecho, Guayubín, Montecristi, Sabaneta, Puerto Plata, San Francisco de Macorís, La Vega y Cotuí, poblaciones donde diariamente se producían ataques sistemáticos a las tropas y guarniciones españolas